​Este cortometraje nos permite reflexionar sobre esas veces que el adulto toma decisiones sin poner demasiada conciencia en lo que está generando mediante su intervención. “Compartir” es importante, pero aún más vincularnos afectivamente con las persona con la que tenemos que compartir.

En esta situación vemos a dos niños que no se conocen, compartir algo propio, como el balón y un espacio de juego es lo que menos queremos cuando no nos conocemos pero la madre de uno de ellos, se lo sugiere y de alguna manera se lo impone. “Comparte con este chico tan simpático que te lo vas a pasar mejor” El final nos permitirá reflexionar sobre la importancia de aprovechar esos momentos para educar en habilidades sociales, como por ejemplo, facilitar que se conozcan, que se presenten, que se digan el nombre,etc. antes de sugerir que se pongan a jugar con alguien que a penas conocen.