El estrés tiene mala fama pero no es malo, simplemente que como todo en exceso o sin control puede resultar dañino. De estrés podemos pasar el agotamiento psíquico, muchas madres y docentes lo sufren, la suma de trabajo, ocupaciones, preocupaciones, quehaceres y demás hace que 24 horas no sean suficiente para hacer todo lo que quieren hacer. A veces también es una cuestión de falta de planificación y en muchos casos, de búsqueda de perfeccionamiento, querer llegar a todo siempre y por una misma. No puede ser. Cómo se percibe en este cortometraje, acabamos perdiendo la noción del tiempo, imaginando una realidad inexistente y respondiendo a nuestros hijos desde las emociones que nos atosigan.