Una infancia ruidosa y activa es saludable
Una infancia ruidosa y activa es saludable
Una infancia ruidosa y activa desde luego es más saludable que silenciosa y tranquila. Aunque esto supone para el adulto dosis mayores de paciencia y comprensión porque vamos a ritmos muy distintos. A veces decimos frases como “¿Quieres estarte quieto?”, “¿Quieres dejar de hacer ruido?” Ahí se ve nuestra dificultad para expresar nuestra necesidad “Cariño, ahora no quiero jugar contigo, necesito ducharme y cambiarme de ropa, luego me lo preguntas otra vez” Ni siempre hay que decir si a todo y hacerlo desganados ni decir no a todo y no esforzarnos un mínimo, busquemos el equilibrio.