Gestionar tus emociones y educar niños seguros de sí mismos es todo un desafío. Sin embargo, poder autogestionar nuestras emociones es el punto de partida, porque al hacerlo te estás formando a ti mismo en educación emocional, y sólo cuando nosotros nos hemos formado en inteligencia emocional seremos un buen ejemplo para ellos. De nuestra formación depende el desarrollo emocional que tendrán ellos, será la base y sustento para formar adultos emocionalmente equilibrados, seguros y confiados. Lo sé y te entiendo, estar con los niños y todas las obligaciones diarias a veces hace que perdamos los estribos y reaccionemos sin pensar mucho. Por lo general no somos conscientes del impacto que nosotros podemos tener en la vida de los que más amamos, pero afortunadamente hay estrategias para, no tan solo evitar causar daño, sino fomentar el sano desarrollo de nuestros niños, para que sean futuros adultos a su máximo potencial.